Entradas

Acá no hay ficción

Hace unos meses que quería escribirte pero aún me cuesta en mi ser reconocer lo qué sucedió. Te he recordado mucho, no sé porque siempre que alguien hace estos viajes, recuerdo mis instantes con ellos cuando era pequeña y tengo mis recapitulaciones sanadoras con esas personas. Como contigo, recordé que tú fuiste la primera persona que me habló del Che Guevara, y tú reacción fue -¡cómo no sabes quién es! debes averiguarlo yo te traeré un libro de él !-, este objeto nunca llegó, pero yo no olvidé buscar información y enterarme del gran personaje que me estaba perdiendo. Mis primeras lecturas de historia revolucionaria fueron gracias a ti aunque unos años más adelante. Ese mismo día que me hablaste del Che,  lo recuerdo soleado, el patio de la casa de mis padres  yo entre 13 y 14 años estaba barriendo; era mi hora favorita , esa, la del atardecer; tu sentado en la silla de playa , fumando, porque sí qué fumabas. Aún no olvido tú voz y risa, eso es muy atesorado, también tu forma tan

De lo próximo en íntimo a lo apartado en frialdad

De ese detalle de acercamiento de olores, texturas, piel , roces en rosas y violentos sonidos, alientos; de ese acercamiento que sin querer se anheló alguna vez o sin querer ocurrió otra vez o por primera vez. Todo queda,  queda impregnado en memorias, sabores, sonidos y siluetas. Algunas promesas, de esas espontaneas para conseguir más del ahora en ese tú, mi , él. Luego de eso ¿qué queda? distancia, silencio                            /¿Se podrá entender alguna vez el capricho humano?                            / Esa distancia de abismo- desechado                            / Acá en la modernidad o post o qué mierda                            / Ser rápido, probar , desechar Queda a un otro que ve distinto, que luego de haber estado en el detalle  más íntimo que el ser puede mostrar en aquella fragilidad QUEDA  a lo apartado en frialdad. Esto es bueno/ esto es actual // Esto hay que cambiar (lo)